Reducir las emisiones en forma drástica, rápida y sostenida es la clave para limitar el impacto del calentamiento global.
De lo contrario nos exponemos a una realidad que muchos quieren evadir.
Inundaciones
Uno de los efectos del calentamiento global que ya se puede notar son las inundaciones. Se constituyen como el desastre natural más frecuente, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin embargo, los expertos advierten que cada vez se vuelven más usuales e intensas. En todo el país cada vez se viven fuertes lluvias entre enero y marzo que tienen un costo millonario no solo para el estado sino para la gente que las sufre.
Sequías
Mientras en algunas áreas llueve a cántaros, en otras, muchas veces dentro del mismo país, pasa lo contrario: sequías.
Con el Fenómeno del Niño a la vuelta de la esquina y los aumentos de las tarifas de energía debemos preguntarnos ¿qué estamos haciendo para evitarlas?
La respuesta es muy poco ya que el «mal manejo» de los recursos hídricos, cuyo uso se prioriza para una agricultura «no sostenible”, está causando un conflicto que solo incrementa el riesgo de catástrofes.
Subidas del nivel del mar
El calentamiento global ha hecho que el nivel del mar aumente notablemente desde 1993.
Esto se debe, por un lado, al derretimiento de los hielos en los polos. Pero el principal motivo es que aumenta la temperatura de los océanos y cuando esto ocurre, el agua se expande. Eso es lo que produce que el nivel del mar suba.
Tenemos que ser conscientes que de seguir así no tendremos un mundo seguro. Necesitamos que las acciones para reducir las emisiones sean más rápidas, más fuertes y sobre todo sostenidas.
