Concejal Jorge Torres de la Alianza verde, le pide al Secretario de Ambiente de Bogotá, que de un paso al lado en la dirección de la Secretaría, para que se defienda de sus investigaciones por fuera de la entidad.

….Considero altamente inconveniente para la Secretaría de Ambiente, para la administración distrital, para la ciudad y para la ciudadanía en general su permanencia en el gobierno de la ciudad. En consecuencia, no veo alternativa distinta a solicitarle tomar la decisión de apartarse del cargo para el cual fue nombrado, en un acto de autorregulación, responsabilidad y honestidad que sin duda constituirá un valioso aporte a los cambios culturales que tanto necesita nuestra ciudad. ̈

Adjunto Texto completo de la Carta:

Bogotá D.C., 20 de febrero de 2016
Doctor
FRANCISCO JOSÉ CRUZ PRADA
Secretario distrital de Ambiente

Apreciado doctor Cruz:

En mi calidad de concejal de Bogotá y como ciudadano atento a todo cuanto afecte los asuntos públicos de Bogotá, he seguido con mucho detenimiento el debate surgido en torno a su nombramiento como secretario distrital de Ambiente.

Tanto los periódicos La Patria de Manizales y El Espectador de Bogotá, los noticieros de televisión CM& y Noticias RCN y el medio digital La Silla Vacía, han sumado nuevos elementos a las denuncias y comentarios hechos por dirigentes políticos y sociales de Manizales y de la capital del país en cuanto a sus antecedentes al frente de la dirección de Corpocaldas y la gerencia de Aerocafé. Según dichas denuncias, en el proyecto de construcción del aeropuerto internacional en el municipio de Palestina se habrían producido irregularidades en la contratación, sobrecostos en la adquisición de materiales e irregularidades técnicas mientras usted ocupaba la gerencia de Aero café, a cargo de las obras.

He leído sus declaraciones ante los medios, de acuerdo con la cuales la Procuraduría expidió un fallo que lo exonera de toda responsabilidad y que en su vida como funcionario público no ha tenido ninguna sanción disciplinaria. A este respecto, soy respetuoso tanto de sus declaraciones como de las decisiones que hubieran podido tomar los organismos de control sobre su caso.

Con todo, señor secretario, es un hecho que la Contraloría imputó en 2013 cargos contra usted y otras personas naturales y jurídicas por “graves irregularidades en el trámite contractual y afectación de la libre competencia”. Según el periódico El Espectador, en su edición del 14 de enero de 2016, de donde procede la anterior afirmación, el detrimento patrimonial del cual se le acusa “lo calculó el ente de control en $16.000 millones de pesos”. No se trataría pues, como usted declaró al mismo medio, de un proceso referido “a temas estrictamente técnicos”. A esto se agregan las acusaciones proferidas recientemente por la Fiscalía Quinta Seccional de Manizales en contra suya por los presuntos delitos de contrato sin cumplimiento de requisitos y peculado por apropiación, en relación con un contrato efectuado por Corpocaldas cuando se encontraba bajo su dirección.

Admitirá usted, señor secretario, que no son infundados los señalamientos de que existen serios cuestionamientos éticos, aparte de legales, en torno a su gestión al frente de esas dos entidades del departamento de Caldas.

Personalmente soy respetuoso del principio de que nadie es culpable hasta tanto se demuestre lo contrario, y esto se aplica ciertamente a las acusaciones que pesan sobre usted proferidas por la Contraloría y la Fiscalía Quinta Seccional de Manizales. En términos estrictamente legales, pues, es cierto que no tiene usted impedimento alguno para ocupar el cargo de secretario distrital de Ambiente, que hoy desempeña.

Sin embargo, coincido con las voces que en su momento le hicieron un llamado a permitir el curso normal de las investigaciones en su contra y aclarar las cosas antes de aceptar cualquier cargo público. Sin atender a ese llamado usted aceptó la Secretaría Distrital de Ambiente cuando aún no ha sido exonerado de las acusaciones que se le imputan y subsisten los cuestionamientos éticos y legales en torno suyo. Considero esta decisión como de inmensa gravedad para la gobernabilidad de la ciudad, máxime en una coyuntura como la actual, en la cual la Secretaría a su cargo debe hacer frente a asuntos de tanta trascendencia para Bogotá como el futuro de la reserva Thomas Van der Hammen, la protección de los Cerros Orientales, la recuperación del Río Bogotá, la construcción de la Avenida Longitudinal de Occidente, la disposición de residuos y otros no menos importantes. Hasta tanto se demuestre su inocencia, todas sus actuaciones al frente de la Secretaría de Ambiente, desde la contratación hasta sus intervenciones ante los medios y ante la corporación que represento, se verán empañados por el manto de la duda.

La actual coyuntura es tanto más delicada cuanto que los perjuicios ocasionados por el “carrusel de la contratación” aún se sienten con fuerza en la ciudad. Según la Encuesta de Percepción Ciudadana aplicada por Bogotá Cómo Vamos en 2015, la mitad de la ciudadanía cree que la corrupción ha aumentado y más de la mitad cree que la administración ha sido poco transparente en sus actividades. De manera correspondiente, la confianza en la administración acentuaba su tendencia al descenso al comenzar la administración del alcalde Peñalosa. Así las cosas, es claro que la ciudadanía espera respuestas concluyentes y acciones efectivas y convincentes que den fe de la recuperación de la moralidad, la transparencia y la integridad en la administración, para así comenzar a recobrar la confianza en sus gobernantes y, en últimas, el orgullo por la ciudad.

Aparte de estos reparos éticos, su liderazgo en la defensa de los intereses ambientales de la ciudad ha sido precario. Soy consciente de que 50 días son escasos para presentar resultados, pero usted ha brillado por su silencio ante las graves situaciones que ha vivido la ciudad en este tiempo: se incendiaron los cerros y no hemos conocido ningún planteamiento para iniciar su restauración ecológica;, la calidad del aire en el día sin carro atentó contra la salud de los bogotanos y usted guardó silencio. Frente al estado de nuestras fuentes hídricas y humedales golpeados por el fenómeno del niño no se ha dicho nada. Y frente a la reserva Thomas van der Hammen ha quebrado su silencio, desafortunadamente, solo para decir que “ninguna reserva en Colombia es intocable”. La Secretaría debe estar en cabeza de una persona que esté dispuesta a defender con decisión los intereses ambientales de la ciudad.

En estas condiciones, considero altamente inconveniente para la Secretaría de Ambiente, para la administración distrital, para la ciudad y para la ciudadanía en general su permanencia en el gobierno de la ciudad. En consecuencia, no veo alternativa distinta a solicitarle tomar la decisión de apartarse del cargo para el cual fue nombrado, en un acto de autorregulación, responsabilidad y honestidad que sin duda constituirá un valioso aporte los cambios culturales que tanto necesita nuestra ciudad.

Atentamente,
JORGE EDUARDO TORRES CAMARGO
Concejal de Bogotá
Partido Alianza Verde

JOHN PORTELA
OFICINA DE COMUNICACIONES CONCEJAL JORGE TORRES
MAIL: comunicacionesjorgetorres@gmail.com

Texto extraído del documento oficial: