Combatir los atracos: la solución está en apoyar a la Policía con tecnología.

Mientras crecen los hurtos a las personas, el número de policías es insuficiente y las cámaras de seguridad no funcionan en su totalidad. 

La inseguridad dejó de ser un problema de “percepción”: 400 personas, en promedio, somos víctimas de hurto cada día. En un mes seremos 12.000 personas, prácticamente un barrio completo víctima de la delincuencia. Además, 1 de cada 5 bogotanos (26%) asegura que fue víctima de algún delito, especialmente atracos callejeros. Así lo indica la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia, entidad cuya creación hice parte como concejal en el año 2016 para velar por la tranquilidad y la sana convivencia en Bogotá, entidad que en este momento requiere un fortalecimiento institucional con prontitud.

En lo corrido del año, los hurtos a personas crecieron 28,1%, el hurto a residencias aumentó un 31,7%, y el hurto a automotores creció en un 13,3%, con respecto al mismo periodo del 2022. La inseguridad está disparada en Bogotá, y no es solo percepción, es una realidad que la Administración Distrital debe reconocer y empezar a implementar soluciones inmediatas. Por supuesto que necesitamos más policías en las calles, pues arrastramos un déficit de al menos 10.000 uniformados para hacer frente a esta situación, pero mientras esta carencia se soluciona en el mediano plazo, la inversión en tecnología es la clave para apoyar al pie de fuerza.

En primer lugar, el 100% de las cámaras de seguridad debería tener conexión y funcionalidad con el Centro de Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C4), para que todos los ojos de la tecnología estén al servicio de la seguridad ciudadana. Según datos recientes de la Secretaría de Seguridad, de las 5.828 cámaras de la Policía, 1.054 se encuentran fuera de servicio. Además, la seguridad privada debe poner de su parte y permitir la transferencia de información a la Policía y a la Secretaría de Seguridad.

En segundo lugar, podemos garantizar una inversión en cámaras de reconocimiento facial que permita identificar a los delincuentes, así como herramientas tecnológicas de inteligencia artificial y análisis de datos que nos permitan anticiparnos al delito. Mientras pongamos mejores herramientas en manos de la Policía, mayor será su eficacia en combatir el crimen. Y mientras más apoyo tengan los uniformados con tecnología, más cercana deben estar a los ciudadanos, construyendo de nuevo confianza.

Sin duda, la seguridad es un asunto de todos, y mientras garantizamos que llegue esta inversión, es fundamental que los ciudadanos promovamos el respeto y la tolerancia mutua, colaborando con la Policía y otras instituciones encargadas de mantener el orden y la seguridad en Bogotá.