Perdemos entre 5 y 6 días al año en nuestras vidas hundidos en los trancones de Bogotá. Son entre 122 y 132 horas, según lo revelaron los estudios internacionales “Inrix Global Traffic Scorecard” y el “TomTom Traffic Index”, que afectan profundamente los tiempos dedicados a nuestra calidad de vida y la productividad de las empresas y entidades. Adicionalmente, los tiempos de viaje aumentaron de 46,6 a 51,8 minutos en promedio, según el más reciente “Informe de Calidad de Vida en Bogotá” de Bogotá Cómo Vamos.
Y es que los problemas de movilidad de la ciudad vienen de muchos años atrás, pero resulta innegable que la reactivación económica y los más de 600 frentes de obra abiertos en la ciudad, además del aumento del parque automotor, trajeron consigo dificultades adicionales en la circulación vehicular. Pero, justamente, no podemos bajar los brazos y deberíamos redoblar los esfuerzos para impulsar la ejecución de estas obras de manera eficiente y transparente, garantizando que los recursos invertidos se traduzcan en una infraestructura vial de calidad.
En este sentido, celebramos los avances que las dos últimas alcaldías en materia infraestructura de movilidad, cuya financiación apoyé durante el periodo 2016-2019. Las troncales de la Avenida 68 y la Avenida Ciudad de Cali, así como la extensión de la Avenida Caracas Sur, fundamentales para la ciudad, han logrado avances del 34%, 29% y 50%, respectivamente. Asimismo, la Primera línea del Metro de Bogotá, cuya financiación con vigencias futuras apoyé como concejal, reporta un avance del 24%, con la expectativa de llegar al 35% para finales de este año, y con seguridad será una realidad que aumentará el bienestar de todos y todas. Estos avances son testimonio de la importancia de construir sobre lo construido, y que al dejar de lado los egos políticos.
No obstante, es oportuno reconocer que aún queda un largo camino por recorrer, y propongo unirnos como bogotanos y bogotanas alrededor de la continuidad y buen término de todas las obras en marcha. Podemos pisar el acelerador de estos proyectos, así como supervisar las licitaciones de proyectos viales y denunciar demoras injustificadas en los proyectos de infraestructura. Los ciudadanos merecen una movilidad digna, segura, funcional y multimodal.